Has encontrado una o más ideas de pequeños negocios que podrían cambiar el mundo (o al menos tu instituto). ¿Y ahora qué? Si tienes menos de 18 años, es posible llevar esa idea a la realidad y comenzar tu propio pequeño negocio.
Pero hay un detalle. Los jóvenes emprendedores a menudo necesitarán el apoyo o la autorización de un padre o tutor para completar muchos de los pasos previos al lanzamiento de su empresa.
La buena noticia es que, con la bendición de un padre o tutor, los menores de edad pueden gestionar la mayoría de las operaciones diarias de un negocio próspero. Convertirse en emprendedor a una edad temprana puede abrir puertas más adelante en la vida, enseñar habilidades fuera del aula y generar ingresos adicionales para entretenimiento o estudios.
Escucha a varios ex “emprendedores jóvenes” mientras comparten sus consejos sobre cómo empezar un negocio siendo menor de 18 años, y por qué hacerlo ahora vale la pena.
¿Por qué empezar un negocio siendo menor de 18 años?
Cometer errores es más fácil cuando eres joven
Poner en marcha un negocio a cualquier edad implica riesgos. Cuando eres joven y vives bajo el techo de tus padres, las consecuencias del fracaso son mucho menores. Cometer errores temprano significa que tendrás mucho más tiempo por delante para corregirlos.
“Al comenzar cualquier tipo de negocio, hay mucho que no sabes, y la única manera de acelerar tu curva de aprendizaje es probando muchas cosas”, dice Nick Mares, quien fundó una empresa de caldo de huesos con su hermano Justin cuando era solo un adolescente. “Probar y fallar no es algo que debas evitar. Falla rápido y aprende más rápido.”
Nunca tendrás tanto tiempo libre como ahora
Entre la escuela, los deportes, las actividades y una vida social activa, puede que ya creas que tu tiempo es limitado. Pero una vez que llegues a la adultez, tu agenda puede volverse aún más ocupada. Con menos responsabilidades y facturas que pagar, ahora es el momento de poner en práctica esa idea.
“Tenía 16 años cuando comencé. Durante la secundaria, equilibrar todo era bastante fácil”, dice LeiLei Secor, quien convirtió su afición por la joyería en un pequeño negocio. “Cuando llegué a la universidad, lo traté como si fuera cualquier otro trabajo a tiempo parcial. Reservé unas horas cada semana para cumplir con los pedidos.”
Tienes una audiencia incorporada para tu idea
Los compañeros de clase se convierten en el mejor trampolín para probar una idea de producto, y la red de clientes potenciales en una escuela facilita el marketing de boca a boca. Usa tus experiencias como niño o adolescente para resolver un problema o crear un producto dirigido a tus congéneres.
Carson Kropfl tenía 11 años cuando se le ocurrió la idea de su producto Locker Board, un patinete corto que cabía en su taquilla. “Empecé vendiéndolos en mi escuela por 20 dólares cada uno”, dice. “Creé una cuenta de Instagram y publiqué un video mío usándolo para llegar a la escuela y guardándolo en mi taquilla. Al día siguiente, pasé de cero a más de 300 seguidores. Mi mamá y yo rápidamente hicimos una página web y comenzamos a venderlos.”
Tienes acceso a una gran cantidad de recursos y apoyo gratuitos
Después de la secundaria, tu educación tendrá sus costes (y también todo lo demás). Es probable que pagues más por prácticamente todo, desde abonos de transporte hasta entretenimiento. Muchas escuelas están comenzando a abordar la necesidad de habilidades prácticas en negocios para jóvenes emprendedores, ofreciendo clases electivas como parte de la actividad curricular.
Considera también aprovechar estos recursos escolares:
- Laboratorios y equipos tecnológicos
- Ordenadores y software
- Estudio de arte y herramientas de clases de tecnología
- Conocimientos y feedback de profesores, consejeros y compañeros de clase
Las habilidades que aprendas ahora te ayudarán más adelante
Los propietarios de pequeños negocios aprenden mucho en su primer año de actividad. Esto se debe a que generalmente desempeñan múltiples funciones, desde impulsar las ventas hasta desarrollar productos y gestionar el servicio al cliente. Lo mismo ocurre con los emprendedores de cualquier edad.
Empezar un negocio siendo menor de 18 años te proporcionará un conjunto de habilidades que pueden ayudarte en tu futuro profesional.
“Poder demostrar que has pasado por los altibajos de construir un negocio y ganar dinero por tu cuenta es increíblemente valioso, y en algunos casos, más importante que un papel de la universidad que diga que estuviste en clase durante cuatro años”, dice el emprendedor en serie y CEO de Combo, Tucker Schreiber, quien comenzó su primer negocio cuando era solo un niño.
Gana dinero extra para diversión o estudios
Los pasatiempos son ideas de negocio ideales para los jóvenes. Convierte tu amor por los animales en un negocio de mascotas (paseo de perros, cuidado de animales…), o tu afinidad por la costura en una marca de ropa para vender online. Gana dinero extra mientras haces algo que ya disfrutas. Ahorra para una videoconsola o guárdalo para la universidad. Tu propio negocio te brinda independencia financiera.
Cómo empezar un negocio siendo menor de 18 años
- Pide permiso
- Encuentra y valida tu idea
- Decide cómo financiarás tu negocio
- Trabaja con un padre o tutor para establecerte
- Promociona y vende tus productos o servicios
Los jóvenes emprendedores suelen comenzar organizando un puesto de limonada en el jardín o liderando un imperio de cuidado de niños en el vecindario. Estas ideas iniciales no tienen altas barreras de entrada, pero si buscas llevar el emprendimiento al siguiente nivel, es hora de involucrar a un padre o tutor.
Con la ayuda de un adulto, sigue estos cinco pasos para empezar tu negocio siendo menor de 18 años.
1. Pide permiso
Antes de pensar en escribir un plan de negocios o diseñar un logo, asegúrate de tener un padre o tutor que apoye tu idea. Después de todo, ellos serán responsables de avalar y firmar conjuntamente cualquier cosa que implique un contrato (documentos legales, productos financieros, la cuenta de la tienda en línea). El adulto responsable también puede necesitar registrarse y supervisar cuentas sociales si eres menor de la edad mínima para ciertas plataformas.
2. Encuentra y valida tu idea
¡Piensa en grande! Las ideas pueden surgir de cualquier lugar: un deseo de resolver un problema que te afecta a ti y a tus compañeros, una nueva perspectiva sobre un producto existente, o algo completamente nuevo.
“Empieza a escribir un libro de ideas o un diario donde puedas anotar todas tus ideas para tu negocio”, dice Maya Penn, de 22 años, quien comenzó su negocio Maya’s Ideas a la edad de ocho. “Ya sea un pequeño pensamiento que te cruza la mente o la próxima gran idea, es importante tenerlo escrito. Incluso si no parece importante, puede ser muy útil en el futuro.”
Hay muchas ideas de negocio para niños, desde iniciar un servicio de cuidado de jardines hasta vender productos a través de un negocio en línea o crear una organización sin fines de lucro en torno a una causa.
Al idear un concepto para tu pequeño negocio, asegúrate de tener en cuenta tu mercado objetivo (las personas a las que deseas vender). Involucrar a este grupo en tu idea te ayudará a recopilar comentarios y validar que es una idea viable.
3. Decide cómo financiarás tu negocio
Los jóvenes pueden empezar un negocio fácilmente con el apoyo de un padre. Pero algunas ideas de negocio requerirán dinero inicial. ¿Tienes tus propios ahorros de tu paga o de un trabajo de canguro? ¿Te prestarán tus padres los fondos?
Una vez que tengas el dinero necesario para comenzar, también necesitarás la ayuda de un adulto para gestionar otros aspectos financieros del negocio. Habla con tus padres sobre si necesitas una cuenta bancaria para negocios (con ellos como firmantes autorizados). Al comenzar, tú y tus padres también deberíais discutir los respectivos roles en torno a las finanzas del negocio, incluidos los impuestos.
4. Trabaja con un padre o tutor para establecerte
Insistiendo, la participación de un padre o tutor es crítica para iniciar un negocio cuando tienes menos de 18 años. En la mayoría de los casos, no eres lo suficientemente mayor para entrar en un acuerdo legalmente vinculante o tener una tarjeta de crédito a tu nombre. En España, los menores de 18 años no pueden firmar contratos. Pero tus padres pueden hacerlo en tu nombre.
Las regulaciones varían según el país y la comunidad autónoma, pero la mayoría de los productos financieros, de comercio electrónico y de redes sociales tienen restricciones de edad mínima. Los gobiernos locales pueden proporcionar orientación sobre estas reglas.
Deberías obtener la ayuda de un adulto en ciertas tareas un tanto más complejas, como:
- Determinar precios. Observa a tus competidores. ¿Cuánto cobran por el mismo producto o servicio? Si lo que ofreces tiene un valor comparable, ponle un precio acorde. Pide a un padre o mentor que te ayude con la fijación de precios, o consulta recursos online.
- Configurar una tienda en línea. Necesitarás usar la cuenta de un padre o tutor para crear una tienda en una herramienta como Shopify, ¡pero el resto depende de ti! Elige un tema y personaliza tu diseño.
- Crear cuentas en redes sociales. Un padre puede necesitar registrarse en la cuenta y supervisar la actividad, pero cuando se trata de redes sociales, tú eres el experto en contenido.
5. Promociona y vende tus productos o servicios
¡Es hora de ganar dinero vendiendo a tu audiencia! Lanza tu sitio web o tienda online, comienza a hacer marketing y espera la notificación de venta en tu teléfono. También puedes explorar otros canales de venta, como ferias de artesanía locales o eventos en tu escuela.
Una vez que obtengas la ayuda de un padre para establecer los aspectos legales, estarás listo para gestionar las operaciones diarias del negocio. ¡Diviértete, gana dinero extra y aprende nuevas habilidades que podrás llevar contigo a la universidad y más allá!
Tu idea de negocio no puede esperar
Los emprendedores jóvenes están en la mejor posición para satisfacer las necesidades de la próxima generación de consumidores: sus propios congéneres. No esperes hasta cumplir 18 años. Habla con un padre y da vida a tus ideas hoy. Las lecciones que aprendas al iniciar tu propio negocio te acompañarán en tu vida adulta.
“Habrá algunos obstáculos que intentarán detenerte, personas que duden de ti”, dice Esma Ilyas, la joven fundadora de la marca de empresa social Ivory Ella. “Mientras continúes haciendo lo que comenzaste y amas, todo valdrá la pena al final.”
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Preguntas frecuentes sobre empezar un negocio siendo menor de 18 años
¿Puedes poner en marcha un negocio siendo menor de 18 años?
Como estudiante de secundaria, puedes empezar tu propio negocio con la ayuda de un padre o tutor. Algunas excelentes ideas para empezar negocios siendo menor de 18 años incluyen servicios en el vecindario, vender productos hechos a mano en línea y comenzar un negocio de tutoría para niños más pequeños. Asegúrate de hablar con tus padres e investigar los requisitos legales para poner en marcha un negocio siendo menor de edad.
¿Cuál es la edad más joven que un niño puede tener para ser dueño de un negocio?
Cualquier joven puede iniciar un pequeño negocio. Ollie Fequiere tenía solo seis años cuando comenzó su propio negocio de bombas de baño. La cantidad de ayuda que los niños necesitarán de sus padres dependerá de su edad. Para Ollie, su madre manejaba los aspectos del negocio mientras él era la cara de la marca y ayudaba con tareas simples como elegir fragancias y diseños. Los niños mayores y los jóvenes menores de 18 años tendrán más autonomía, pero aún necesitarán que un padre se registre en Shopify.
¿Qué tipo de negocio pueden poner en marcha los niños?
Los negocios de niños y menores de edad son de todo tipo. Los niños han comenzado negocios haciendo de todo, desde ayudar a la población sin hogar hasta hacer joyería y diseñar útiles escolares inclusivos. Los padres deben asegurarse de que las ideas o productos de negocio de sus hijos no tengan restricciones de edad. También necesitarán estar involucrados en cualquier aspecto del negocio que requiera un contrato firmado.